Desmanes en el Estadio Pascual Guerrero
La final de la Copa BetPlay entre América de Cali y Atlético Nacional terminó en caos y pánico debido a los actos violentos de los hinchas de América. Durante el partido, que se encontraba en el minuto 84, los hinchas de América ingresaron de manera violenta al terreno de juego, impidiendo que Atlético Nacional celebrara su victoria en el estadio Pascual Guerrero.
Intervención Policial y Daños Materiales
La situación se salió de control rápidamente, con los hinchas enfrentándose a la policía y al personal de logística. La policía tuvo que intervenir con fuerza para evitar que los hinchas ingresaran a la gramilla, utilizando gases lacrimógenos para controlar la situación. El caos fue tal que la transmisión del partido tuvo que ser suspendida y el estadio fue evacuado para garantizar la seguridad de los asistentes.
Heridos y Daños
El resultado de estos disturbios fue la lesión de tres policías, quienes fueron atendidos en un centro médico asistencial. Además, se reportaron daños materiales significativos en el estadio, incluyendo el vehículo de transmisión de Win Sports, que sufrió daños por parte de los vándalos.
Reacciones y Consecuencias
Las autoridades de Cali expresaron su pesar por los desafortunados hechos y anunciaron que se están recolectando elementos probatorios para identificar a los responsables. El coronel Carlos Oviedo, comandante de la Policía de Cali, hizo un llamado a los hinchas para que mantengan el buen comportamiento en futuros eventos deportivos.
Impacto en el Fútbol Colombiano
Este incidente ha generado una fuerte reacción en el ámbito del fútbol colombiano, con muchos llamando a una mayor seguridad y medidas preventivas para evitar que situaciones similares ocurran en el futuro. La Dimayor también rechazó los actos violentos y destacó la importancia de disfrutar del fútbol en un ambiente de paz y convivencia.
La final de la Copa BetPlay entre América de Cali y Atlético Nacional quedará marcada por los desmanes y la violencia de los hinchas de América. Este incidente subraya la necesidad de un mayor control y medidas de seguridad en los estadios para garantizar la integridad de todos los asistentes y celebrar el fútbol de manera pacífica y respetuosa.
