La Selección de Canadá firmó un empate sin goles en su más reciente compromiso amistoso, en un partido que, aunque careció de anotaciones, dejó señales positivas en cuanto al orden táctico y la solidez defensiva del conjunto norteamericano. El equipo mostró disciplina durante los 90 minutos, manteniéndose compacto y sin permitir espacios claros al rival.
Desde el inicio, Canadá apostó por una estructura equilibrada, priorizando el control en zona media y la presión alta en momentos clave. Si bien le costó generar peligro en el último tercio, supo neutralizar las transiciones ofensivas contrarias, lo que le permitió mantener el arco en cero y sostener un resultado que, aunque corto, suma en la construcción colectiva del grupo.
Estadísticamente, el partido fue parejo. Canadá registró un 49% de posesión, con 391 pases completados y una precisión del 80%, mostrando una intención clara de jugar con el balón al pie. El rival tuvo una ligera ventaja en remates al arco, pero la defensa canadiense respondió con firmeza, cerrando líneas y evitando situaciones de riesgo mayor.
El equipo generó 4 remates al arco, aunque solo uno obligó al portero contrario a intervenir con dificultad. El resto de los disparos fueron contenidos o desviados, lo que dejó en evidencia la necesidad de mejorar en la toma de decisiones ofensivas. A pesar de ello, el volumen de llegadas fue suficiente para mantener al adversario atento en defensa.
Canadá mostró también una buena lectura táctica del partido, con capacidad para adaptarse a los momentos del juego. En fases de repliegue, supo ceder el balón sin perder la estructura; cuando tuvo la iniciativa, apostó por amplitud en los costados y movilidad entre líneas, aunque sin lograr romper con claridad el bloque defensivo contrario.
En el apartado disciplinario, el equipo mantuvo el control: cometió 9 faltas y recibió una sola tarjeta amarilla, lo que habla de un comportamiento ordenado y una ejecución táctica limpia. Además, no cayó en posición adelantada en todo el encuentro, mostrando precisión en los desmarques ofensivos y buen entendimiento del ritmo del juego.
El empate deja a Canadá con un balance positivo en esta fecha FIFA, manteniendo su invicto y dejando sensaciones de solidez en defensa, aunque con tareas pendientes en el frente de ataque. A medida que se acerquen los compromisos oficiales, este tipo de partidos seguirán siendo vitales para ajustar detalles y fortalecer la identidad de un equipo que quiere seguir consolidándose en la élite del fútbol continental.




