En un comunicado, la disidencia comandada por Iván Mordisco advirtió que los habitantes de la región podrían morir si no acatan sus órdenes. Ante estas amenazas, líderes de la zona han exigido respeto por su autonomía. Las comunidades campesinas de Caquetá, Meta y Guaviare están actualmente bajo la amenaza del grupo disidente de las FARC, autodenominado Estado Mayor Central (EMC).
Este grupo, liderado por ‘Iván Mordisco’, rompió con el proceso de paz del Gobierno de Gustavo Petro hace cinco meses, tras una fractura interna. Esta semana, el EMC publicó un comunicado en el que anunciaba su intención de «retomar» el control de las regiones de Pato Balsillas, San Vicente del Caguán, los Llanos del Yarí y la Serranía de La Macarena, lanzando un ultimátum a los habitantes.
“Esto implica una dura confrontación, por lo cual no queremos que la población civil se vea involucrada en esta guerra. Sería muy doloroso para nosotros que en esta retoma de nuestras áreas históricas murieran habitantes por no seguir nuestras orientaciones”, afirmó el comunicado.
El llamado de las organizaciones: “Necesitamos que el Gobierno actúe”
Líderes sociales de estas regiones explicaron que las amenazas no son nuevas y forman parte de un proceso de expansión del EMC, que ha estado presionando a las Juntas de Acción Comunal y otras organizaciones durante más de dos años.
“Nosotros no hemos tenido contacto con la agenda del grupo armado; el único acercamiento fue con la Consejería de Paz del Gobierno, justamente para evitar esta situación”, afirmó un delegado del Proceso La Cordillera, que agrupa a organizaciones campesinas de Caquetá. El vocero, que prefirió mantener el anonimato, añadió: “Estamos en una encrucijada y necesitamos que el Gobierno Nacional tome medidas urgentes”.
El Observatorio Amazónico de Derechos Humanos también ha denunciado que los grupos ilegales que buscan recuperar el control territorial en la región han puesto en grave peligro la vida de los líderes comunitarios, quienes están siendo perseguidos, hostigados y desplazados. Han sido falsamente acusados de colaborar con estructuras armadas como el EMC de Calarcá, el EMC de Iván Mordisco y la Segunda Marquetalia.




