Eusebio Efraín manifestó que las medidas de las empresas ambientales no son correctas.
Eusebio Efraín Pardo, caballista y campesino de la región, ha expresado su profunda inconformidad con las políticas ambientales y de transporte en Ibagué. Desde su perspectiva, las decisiones de las autoridades ambientales, en particular Cortolima, están teniendo un impacto negativo tanto en el medio ambiente como en la vida de los campesinos. Pardo señala que la transformación de bosques en plantaciones y la demolición de montañas están poniendo en riesgo la estabilidad de la ciudad de Ibagué. Ā«Eso es algo que quiero dejar plasmado, que se tenga en cuenta que la cordillera no debe ser simplemente plantada de árboles que utilizan el agua, sino que deben implementarse cultivos adecuadosĀ», afirmó.
Impacto
Uno de los problemas más graves, según Pardo, es la prohibición por parte de Cortolima del uso de la madera para la fabricación de muebles domésticos. Esto ha llevado a una escasez de madera y a un aumento en el uso de muebles plásticos, lo cual, según él, genera problemas ambientales severos. Ā«Nos obligan a comprar sillas plásticas porque la madera se ha vuelto escasa. Mientras la madera, después de varios años de uso, se descompone y vuelve a la tierra, los muebles plásticos nos están generando problemas ambientales a nivel mundial desde su fabricaciónĀ», explicó.
Ā«He intentado tener una charla ambiental con la directora de Cortolima por más de un año, pero nunca se pudo concretar. La secretaria Atenea puede ser testigo de que estuve en esa oficinaĀ», dijo Eusebio, visiblemente frustrado.
Injusto
Otro aspecto que causa indignación a Eusebio es la imposición de multas que considera injustas. Narró un incidente en el que fue multado con $900,000 por una alcantarilla, una cifra que se incrementó a $1,700,000 sin justificación adecuada. Ā«Me obligaron a pagar una multa injusta por una alcantarilla basada en un informe policial sin estudio previo. Ahora tengo que pagarla mensualmenteĀ», mencionó Pardo, quien asegura que estas prácticas desplazan y perjudican al campesino colombiano.
Eusebio también destacó los problemas que enfrentan los campesinos con la fauna local. Señala que animales de corral como gallinas y palomos son depredados, y que Cortolima prohíbe tomar acciones porque estos depredadores forman parte de la naturaleza. Ā«Pero el hombre también es parte de la naturalezaĀ», subrayó Pardo, indicando que debe haber un equilibrio en la gestión de estos problemas.




