Call center de extorsión funcionaba desde la cárcel La Modelo

Las autoridades han descubierto un centro de extorsión operado desde el interior de la cárcel La Modelo en Bogotá.
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Las autoridades han descubierto un centro de extorsión operado desde el interior de la cárcel La Modelo en Bogotá, donde reclusos organizados en un grupo llamado “La Cabina” ejecutaban amenazas y fraudes telefónicos a ciudadanos de todo el país.

La estructura, que funcionaba como un ‘call center’ clandestino, estaba liderada por Jorge Vargas Marín, alias ‘Cansón’, condenado por homicidio y tráfico de armas, quien coordinaba extorsiones que iban desde la ciber extorsión hasta engaños bajo la modalidad de “Tío, Tío”, según informaron fuentes de inteligencia.

El grupo de “La Cabina” empleaba varios métodos de extorsión. Uno de los más destacados era la “ciber extorsión carcelaria”, que consistía en engañar a las víctimas mediante llamadas en las que supuestos fiscales o policías amenazaban con falsas órdenes de captura por delitos graves, como pedofilia y pornografía infantil. Otro modus operandi, conocido como “Tío, Tío”, buscaba simular accidentes o arrestos de familiares para extorsionar a los familiares de las víctimas.

Durante el operativo de registro, las autoridades incautaron 58 dispositivos móviles, 77 tarjetas SIM, armas blancas, libretos con guiones para las extorsiones y otros objetos que el grupo utilizaba en sus operaciones. Estos materiales reflejan la organización de este centro de llamadas, que operaba de manera clandestina pero muy estructurada dentro del penal.

El fenómeno de la extorsión desde cárceles en Colombia sigue siendo una grave problemática. La facilidad con la que algunos reclusos consiguen teléfonos móviles y otros dispositivos, sumado a la insuficiente supervisión carcelaria, han permitido que estas operaciones delictivas proliferen en el país. Expertos indican que una de las razones por las que este tipo de extorsión se ha vuelto común es la falta de infraestructura adecuada y de protocolos de seguridad efectivos dentro de las prisiones, que permitan confiscar a tiempo estos dispositivos y limitar el acceso de los internos a redes externas.

Las autoridades han señalado que la extorsión dentro de los centros penitenciarios se ha vuelto cada vez más sofisticada, con redes bien estructuradas y una logística que involucra a múltiples reclusos. En el caso de la cárcel La Modelo, los delincuentes lograron instalar un sistema que les permitía operar como un auténtico centro de llamadas, gestionando comunicaciones con potenciales víctimas y manteniendo un control detallado de cada extorsión.

Este caso revela los desafíos a los que se enfrentan las autoridades colombianas para mantener el control en las cárceles. A pesar de las medidas de seguridad implementadas en los últimos años, el fenómeno sigue creciendo, afectando tanto a los internos como a la sociedad en general. Las autoridades trabajan en fortalecer la tecnología de bloqueo de señales en los penales y en implementar controles más rigurosos para evitar que ingresen teléfonos móviles a las celdas.

Con el desmantelamiento de este ‘call center’ en La Modelo, el gobierno espera establecer medidas de mayor control y prevención para erradicar estas prácticas y ofrecer a la ciudadanía mayor seguridad frente a este tipo de crímenes.


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