Cali se encuentra en plena efervescencia mientras se prepara para recibir la 66 Feria de Cali, un evento que ha consolidado su posición como el más esperado y popular de la región. Con meses de antelación, la capital mundial de la Salsa se viste de gala, llenándose de emoción y alegría que se percibe en cada rincón, impregnando el ambiente con el espíritu festivo característico de esta celebración anual.
Desde las avenidas principales hasta las calles más pequeñas, desde los centros comerciales hasta las tiendas locales, todo en Cali se transforma para dar la bienvenida a la Feria de Cali.

Incluso los hoteles, las universidades, los autobuses, las estaciones de buses y el aeropuerto se suman a esta fiesta, convirtiendo a Cali en un lugar mágico durante estos días, así se ha visto reflejado en la gestión de Argemiro Cortés Buitrago, el gerente de Corfecali.
Sobre la festividad
La Feria de Cali es reconocida a nivel nacional e internacional por ser un evento que rebosa música, baile y color. Durante una semana, la ciudad se convierte en un escenario vibrante donde los amantes de la salsa y visitantes de todo el mundo se reúnen para disfrutar de espectáculos inigualables.
La música retumba en las calles, los bailarines exhiben su destreza con pasión, y el ambiente se llena de energía positiva que contagia a todos por igual.
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Pero la Feria de Cali va más allá de ser solo música y baile; es una oportunidad para resaltar la cultura y tradiciones de la región. Desfiles coloridos, exposiciones artísticas y eventos de integración familiar forman parte de las actividades que se despliegan durante esta celebración, mostrando la diversidad y riqueza cultural de Cali. Es un momento en el que la ciudad se enorgullece de su herencia, destacando la importancia de preservar y compartir estas tradiciones con las generaciones venideras.
Además, la Feria de Cali se convierte en un impulso económico crucial para la ciudad. Miles de turistas llegan cada año para vivir esta experiencia única, llenando hoteles, restaurantes y comercios locales. Este aumento de visitantes no solo beneficia a los empresarios locales, sino que también genera empleo y dinamiza la economía de Cali, dejando un impacto positivo a largo plazo.
La 66 Feria de Cali es mucho más que una simple fiesta; es un símbolo de identidad y orgullo para los caleños. Es una oportunidad única para mostrar al mundo la alegría y hospitalidad que caracterizan a esta ciudad.




