La capital vallecaucana continúa fortaleciendo su gestión en salud ambiental, trabajando de manera conjunta con organismos locales y departamentales para la defensa y protección del territorio. Esto se realiza a través de la asistencia técnica del Consejo Nacional Intersectorial para la Salud Ambiental (CONASA), que acompaña a tres territorios de la región Pacífica: Cali, Buenaventura y el Valle del Cauca.
“Este es un esfuerzo de los tres niveles de gobierno para fortalecer las capacidades de conocimiento y la corresponsabilidad que implica, como Estado, garantizar el bienestar de nuestros ciudadanos, pero también el respeto por el territorio que habitamos”, explicó María Alexandra Pacheco Muñoz, secretaria de Gestión del Riesgo y representante del Alcalde ante el COTSA.
A finales de septiembre, Cali será sede de la Semana de la Biodiversidad y, desde el Consejo Territorial de Salud Ambiental, se adelantan acciones para fortalecer la conversación alrededor de este tema.
“Es una labor no sólo para nuestra área metropolitana, sino para el Chocó Biogeográfico, que requiere acciones concretas y contundentes para transformar nuestros estilos de vida, desde el consumo, la producción y el cuidado. Cada acción individual tiene un eco, por eso debemos reconocernos como actores de la salud y del ambiente”, agregó la funcionaria.
Por su parte, Jairo Hernández Márquez, profesional especializado de la Subdirección de Salud Ambiental del Ministerio de Salud y Protección Social, expresó: “Este encuentro tiene el propósito de ratificar el compromiso de los sectores que conforman la Comisión Técnica Nacional Intersectorial para la Salud Ambiental con los departamentos y sus comunidades en torno a la Política Integral de Salud Ambiental, próxima a ser aprobada por la comisión, para luego pasar a revisión jurídica y firma de los ministros y el Presidente”.
El funcionario también se refirió a la problemática de minería ilegal en los Farallones de Cali, destacando que, gracias a las acciones de la actual administración del alcalde Eder, se han desarticulado grupos ilícitos que afectan el ecosistema.
“Además de esa labor, es importante trabajar de manera articulada con otros sectores en torno a la educación, el comercio y el sector formal, para que estas comunidades no tengan que dedicarse a actividades ilícitas que ponen en riesgo su salud, la de las poblaciones aledañas y las fuentes de agua por la contaminación con mercurio”, añadió.



