Los habitantes de zonas aledañas al jarillón aprenden a sembrar, cuidar y proteger el río Cauca y su entorno. Por la cercanía diaria con este afluente y su dique protector, se convierten en los primeros respondientes ante posibles crecientes en esta zona del oriente de Cali.
En ese marco, la estrategia ‘Guardianes del Jarillón’, del Plan Jarillón de Cali, llega a las comunidades del sector informando sobre sus actividades y convocando a participar en talleres y charlas donde la gente aprende a identificar flora, fauna y todos los elementos que hacen parte de este característico ecosistema.
“El objetivo principal de los Guardianes es que el dique no sea solamente un dique, sino un espacio que relacione los corredores ambientales del río Cauca con los procesos de mitigación del riesgo de inundaciones”, sostiene Matías Escudero, del área de Gobernanza del Plan Jarillón.
Para ello, se articulan estrategias con diversos organismos de la ciudad-región que hacen parte de la gestión ambiental, entre otros, el Departamento Administrativo de Gestión del Medio Ambiente (Dagma) y la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (CVC), así como con instituciones y entidades que promulgan el buen uso, aprovechamiento y fortalecimiento de esta gran barrera de infraestructura aledaña al río Cauca.
“El jarillón es la barrera de protección contra inundaciones que tiene Cali y uno de nuestros compromisos es preservar la obra de reforzamiento. A través de la gobernanza, el propósito es evitar nuevas ocupaciones y empoderar a las comunidades sobre su cuidado. Aquí en Petecuy, por ejemplo, tenemos un claro modelo de buen uso del jarillón, de respeto por el río Cauca y de la relación entre la institucionalidad y los vecinos, con miras a proteger y recuperar este espacio”, contextualizó Juan Diego Saa Tafurt, gerente del Plan Jarillón.
Transmisores del conocimiento
Ana Milena Álvarez es guardiana del jarillón en el barrio Petecuy II y hace parte de la huerta comunitaria ‘Guerreros del Jarillón’. Gracias a las capacitaciones permanentes que reciben, enseña a la comunidad de la zona sobre el cuidado de esta barrera. “Concientizamos a la gente de que aquí no se pueden botar escombros o basura, porque el peso de los mismos revienta el dique. Si protegemos el jarillón, protegemos a Cali”, expresa con absoluto convencimiento.




