Las fuertes lluvias que azotaron la vereda San Antonio, en Cajibío, Cauca, provocaron el colapso de la infraestructura de la escuela local, dejando a decenas de niños sin un lugar adecuado para estudiar. Ante la emergencia, estudiantes y docentes han improvisado aulas en un templo religioso y en espacios abiertos, donde las condiciones son precarias.
Según denuncias de la comunidad, los niños deben asistir a clases sentados en bancas improvisadas, en medio del barro y sin acceso a materiales básicos. Padres de familia y maestros han pedido la intervención urgente de las autoridades para garantizar la educación de los menores en condiciones dignas.
Las autoridades locales han reconocido la gravedad del problema y aseguran que están gestionando recursos para reconstruir la institución educativa. Sin embargo, la comunidad teme que la solución tarde demasiado, dejando a los niños expuestos a la intemperie y afectando su aprendizaje.




