En un caso que ha desatado indignación, la EPS Cajacopi ha decidido imponer el traslado de una mujer de 96 años desde San Mateo, Boyacá, a Barranquilla, para someterla a una cirugía de cadera. La señora Adelina Correa, quien sufrió una fractura en un accidente doméstico hace dos semanas, ha estado esperando por la operación desde entonces, pero el proceso se ha visto retrasado por la negativa de la EPS a autorizarla en un centro cercano, lo que ha generado una gran preocupación en su familia.
Según la denuncia de los familiares de la paciente, Cajacopi no solo ha tardado más de lo esperado en autorizar la cirugía, sino que ahora ha decidido que la única manera de atenderla es trasladándola a Barranquilla, a casi mil kilómetros de distancia. La familia se muestra desesperada, ya que no solo carece de los recursos para afrontar el viaje, sino que temen por la salud de la señora Adelina, quien, a su edad, podría no resistir un trayecto tan largo tras dos semanas de intenso dolor.
“Es una total insensibilidad por parte de la EPS, no entienden que se trata de una persona mayor que ha estado casi inmovilizada durante todo este tiempo. El dolor es insoportable, y ahora nos exigen un viaje tan largo, como si no hubiera alternativas cercanas para tratarla”, expresó uno de los familiares de la paciente, quien también señaló que la familia ha solicitado ayuda a varias autoridades para que intervengan en la situación.
La señora Adelina, quien vive en la vereda La Palma, en el municipio de San Mateo, se cayó mientras se disponía a sentarse en una silla, lo que le causó la fractura de cadera. Desde entonces, ha sido atendida en el hospital de Soatá, pero la remisión solicitada por la EPS para la cirugía aún no se había concretado hasta que, hace poco, la familia obtuvo una tutela que obligó a Cajacopi a autorizar la operación. Sin embargo, la EPS respondió indicando que el tratamiento se llevaría a cabo en un hospital de Barranquilla, lo que ha generado un conflicto adicional.
“Nosotros no tenemos recursos para cubrir un viaje tan largo, ni siquiera tenemos familiares en Barranquilla que puedan ayudarnos. El viaje de más de 22 horas en bus podría ser extremadamente peligroso para ella, además de que no sabemos cómo regresaríamos después de la cirugía. ¿Acaso en el hospital de Soatá no pueden realizar el procedimiento?”, cuestionó otro miembro de la familia.
El caso ha atraído la atención de diversos sectores, y la familia de la señora Adelina ha hecho un llamado a las autoridades, incluido el Secretario de Salud de Boyacá, Óscar Jiménez, al gobernador Carlos Amaya y hasta al presidente Gustavo Petro y su ministro de Salud, para que tomen cartas en el asunto y eviten lo que consideran un trato injusto e inapropiado para una adulta mayor en una situación tan vulnerable.
Por su parte, Cajacopi ha defendido su decisión, argumentando que la tutela dictó que la cirugía debe realizarse en cualquier centro asistencial del país y que, por tanto, la atención en Barranquilla es una opción válida, a pesar de las dificultades logísticas y emocionales que esto implica para la familia de Adelina Correa.




