La Asociación Colombiana del Petróleo y Gas (ACP) alertó sobre la drástica reducción en los ingresos fiscales que ha sufrido el país debido a la caída en la producción y exportación de crudo durante los últimos años. Según el gremio, Colombia ha dejado de percibir alrededor de 30 billones de pesos por concepto de impuestos, regalías y dividendos, recursos que normalmente son esenciales para financiar proyectos sociales, infraestructura y programas de inversión pública en las regiones productoras.
El informe detalla que la disminución en la exploración y en los nuevos contratos ha sido uno de los principales factores del desplome, junto con la inestabilidad normativa y la falta de claridad en la política energética. De acuerdo con la ACP, el país podría enfrentar un escenario fiscal complejo si no se estimulan nuevas inversiones en el sector, ya que el petróleo sigue representando una fuente significativa de divisas y de sostenibilidad presupuestal. Los gremios han insistido en la necesidad de una transición energética responsable, que no afecte la estabilidad económica nacional.
Por su parte, el Gobierno ha reiterado su compromiso con una diversificación de la economía que reduzca la dependencia del petróleo, promoviendo el desarrollo de energías limpias y renovables. Sin embargo, expertos advierten que este proceso debe hacerse de manera gradual, garantizando la continuidad de los ingresos que hoy sostienen gran parte del presupuesto nacional. La discusión sobre el equilibrio entre sostenibilidad ambiental y estabilidad económica vuelve así al centro del debate público, en un país donde el petróleo aún representa más del 30 % de las exportaciones totales




