Lo que comenzó como una solución para garantizar el bienestar y la salud de uno de sus hijos, hoy se consolida como un emprendimiento ejemplar en Cali. Sandra Chamorro, quien de manera artesanal y movida por el amor creó el Café de Soya, convirtió esta alternativa en una ‘fórmula’ deliciosa con el aroma del café.
“Este emprendimiento nace a partir de un problema porque mi hijo el mayor ha presentado acidez estomacal y hace un tiempo atrás él manifestó que no quería seguir tomando café, entonces empecé a buscar la solución porque venimos de una tradición de tomar café, entonces empecé a trabajar, a investigar qué otra semilla o qué otro grano me podía servir para hacer el proceso y que se conservara el sabor a café, en eso, encontré en la soya todas las propiedades, hice el experimento y de ahí salió café de soya”, cuenta la emprendedora, que recibió un importante impulso con el microcrédito otorgado por el Banco Social del Valle.




