En Garzón, el panorama político comienza a calentarse de cara a las elecciones legislativas de 2026. En el centro de esta efervescencia se encuentra el alcalde Francisco Calderón Feriz, quien, según versiones cercanas a su administración, habría instruido a su equipo de gobierno y simpatizantes políticos para trabajar en la reelección de la representante a la Cámara por el Huila, Florita Perdomo.
El compromiso no es menor. El alcalde habría puesto sobre la mesa una meta concreta: alcanzar un mínimo de 5.000 votos en su municipio para la congresista del Partido Liberal. Cabe recordar que, en las elecciones de 2022, Perdomo apenas logró 1.469 votos en Garzón, por lo que el objetivo propuesto representa más que triplicar ese resultado, una tarea que exige movilización, estructura y disciplina política.
La relación entre Calderón Feriz y Florita Perdomo se enmarca dentro del espectro del villalbismo, corriente que ha mantenido una presencia constante en la política huilense, liderada por el senador Rodrigo Villalba. Los analistas políticos de la región no descartan que este respaldo sea también una jugada estratégica de Calderón para ganar terreno dentro del grupo político y proyectarse como eventual candidato a posiciones de mayor alcance, incluyendo la Cámara de Representantes.
Aunque no hay pronunciamientos oficiales por parte del mandatario garzoneño, el ambiente político local da señales de que su administración estaría actuando más allá de los asuntos institucionales. Reuniones frecuentes con líderes comunales, presencia activa en eventos barriales y un discurso cada vez más político por parte de algunos funcionarios de confianza alimentan las sospechas de que ya se está trabajando la contienda de 2026.
Mientras tanto, Florita Perdomo ha iniciado un recorrido por distintos municipios del Huila, incluyendo Garzón, donde ha reforzado su mensaje de gestión legislativa y cercanía con las comunidades. Aunque aún falta un buen tramo para las elecciones, todo indica que la maquinaria se ha encendido con fuerza.
La gran incógnita, sin embargo, Francisco Calderón logrará consolidarse como un actor político influyente más allá del municipio. Sus aspiraciones, aunque aún no declaradas públicamente, se perfilan como parte de un movimiento estratégico mayor, en el que el apoyo a Perdomo no solo es un respaldo partidista, sino un escalón hacia sus propias ambiciones.
Amanecerá y veremos si el alcalde de Garzón logra demostrar, con “finura”, que tiene lo necesario para escalar posiciones dentro del liberalismo huilense. Por ahora, todo parece indicar que ha comenzado a mover sus fichas.




