Muy cerca de Curillo, donde hace décadas el río Caquetá alteró su curso y dio paso a un extenso espejo de agua, toma fuerza una iniciativa liderada por el biólogo y líder social Marlon Calderón. El proyecto busca convertir a la Laguna La Cocha en un destino turístico sostenible, articulando conservación ambiental con oportunidades económicas dignas para las comunidades campesinas.
Turismo con propósito
La propuesta, respaldada por entidades como el SENA, la Iglesia católica y organizaciones sociales del territorio, apunta a recuperar, proteger y aprovechar responsablemente este humedal natural. Con una extensión de más de 100 hectáreas, la laguna conserva especies únicas de flora y fauna y un profundo legado cultural de vida comunitaria, fe y agricultura limpia.
“Vamos a reactivar la economía desde lo nuestro, desde nuestra tierra y nuestra historia. Este proyecto es una oportunidad real para que el campo prospere con dignidad”, aseguró Marlon Calderón, quien destaca la importancia de unir conocimiento y tradición para generar desarrollo sostenible.
Alianza territorial
El padre José Albeiro Pérez, párroco de Nuestra Señora del Carmen, también expresó su respaldo al plan: “Estamos uniendo esfuerzos, conocimiento, estrategia y relacionamiento con Marlon Calderón para sacar adelante esta iniciativa”.
El proyecto contempla la implementación de rutas ecoturísticas, formación para guías locales, y apoyo a emprendimientos rurales que permitan consolidar a Curillo como referente de turismo verde en el sur del país. Más allá del turismo, la propuesta plantea una apuesta integral por la memoria, el respeto ambiental y la revitalización económica del campo. La Laguna La Cocha vuelve a ser símbolo de esperanza y de futuro para las familias campesinas que la han cuidado por generaciones.



