ÓSCAR AMOROCHO, uno de los ciudadanos presentes durante los disturbios en la sede tecnológica de la Universidad Distrital, expresó su frustración ante la situación, afirmando: “Lo mismo de siempre, el pobre jodiendo al pobre, y los ricos de corbata siguen en las mismas”. Con estas palabras, Amorocho denunció lo que considera una constante injusticia social, en la que las clases más vulnerables terminan pagando las consecuencias mientras los sectores poderosos permanecen impunes. Su declaración refleja el sentimiento generalizado entre los manifestantes, quienes, además de exigir justicia por el presunto asesinato de un estudiante en 2016, denuncian la desigualdad y la falta de respuestas de las autoridades ante casos de violencia y abuso.
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