La Organización Meteorológica Mundial (OMM) confirmó que la capa de ozono, la delgada cubierta protectora de la atmósfera que filtra los rayos ultravioleta del Sol, está en camino de recuperación. De continuar las tendencias actuales, hacia mediados de este siglo podría volver a los niveles que tenía en los años 80, cuando los daños comenzaban a ser visibles.
El informe señala que, gracias a iniciativas internacionales como el Protocolo de Montreal, se ha interrumpido más del 99 % de la producción y uso de sustancias químicas que agotan la capa de ozono, presentes en refrigerantes, aerosoles, espumas ignífugas y otros productos.
En particular, durante 2024 se observó un agujero antártico de ozono menor al de años recientes. También hubo una reducción más rápida en su recuperación después de que alcanzara su déficit máximo, lo que sugiere que las medidas adoptadas están teniendo un impacto real.
La recuperación de la capa de ozono no solo es importante para el medio ambiente, sino también para la salud humana: reduciría riesgos de cáncer de piel, cataratas y otros daños provocados por la radiación ultravioleta intensa, además de proteger a ecosistemas vulnerables.
El secretario general de la ONU, António Guterres, destacó que este éxito demuestra que cuando la comunidad internacional escucha la ciencia, se pueden lograr cambios profundos. Sin embargo, advirtió que aún no se ha acabado la tarea: se necesita mantener la vigilancia, cumplir los compromisos y no relajar las medidas que han permitido estos avances.
