Atlético Bucaramanga continúa su camino en el cuadrangular final del Torneo Clausura sin conocer la victoria, tras empatar sin goles ante Once Caldas en el estadio Alfonso López. A pesar del resultado, el equipo dirigido por Leonel Álvarez dejó sensaciones positivas desde lo táctico, mostrando una vez más el sello de disciplina y solidez defensiva que ha caracterizado al estratega antioqueño desde su llegada al club.
Uno de los aspectos más destacados fue la solidez de la zaga conformada por José García, Carlos Henao y Jefferson Mena, quienes se mostraron implacables frente a los intentos del conjunto manizaleño. Bucaramanga apenas concedió un par de aproximaciones claras, gracias a una estructura compacta en la mitad del campo que impidió la fluidez del juego rival. La presión alta en algunos tramos también fue una señal del trabajo táctico que Leonel ha implantado con rigor.
Sin embargo, la gran deuda sigue estando en el frente de ataque. A pesar del ingreso de jugadores como Diego Chávez y Jhon Vásquez en la segunda mitad, Bucaramanga careció de profundidad y contundencia en los últimos metros. Luciano Pons, referencia ofensiva, no logró conectarse con sus volantes, y el equipo apenas generó un par de opciones reales de gol. Leonel Álvarez se mostró sereno en la zona técnica, pero consciente de que debe ajustar el circuito ofensivo para mantener vivas las aspiraciones.
La lectura estratégica de Álvarez también se reflejó en los cambios realizados. El ingreso de Chávez y Londoño aportó algo de dinamismo, pero no fue suficiente para romper la muralla defensiva de Once Caldas. A pesar del empate, el técnico valoró el punto sumado, considerando que su equipo sigue invicto y sólido atrás, una de sus prioridades para afrontar este cuadrangular.
Con este empate, Bucaramanga llega a dos puntos en tres fechas y deberá empezar a sumar de a tres si quiere aspirar a una final. Leonel Álvarez, conocido por sus planteamientos conservadores pero efectivos, tiene la tarea de encontrar el equilibrio entre seguridad defensiva y agresividad ofensiva. El «Leopardo» no ha rugido con goles, pero sí con orden, y confía en que ese camino lo acerque a una histórica clasificación.




