En una noche vibrante y cargada de emociones en el Estadio Olímpico Jaime Morón, la Selección Sub-17 de Brasil se consagró campeona del Sudamericano tras vencer a Colombia en la tanda de penaltis (4-1), luego de un empate 1-1 en el tiempo reglamentario. El combinado nacional, que soñaba con levantar su segundo título en esta categoría, se quedó con el subcampeonato en casa.
El conjunto dirigido por Freddy Hurtado parecía tener el partido en sus manos cuando Jhon Sevillano abrió el marcador al minuto 41, encendiendo la ilusión de los miles de aficionados que colmaron las tribunas del estadio cartagenero. Con una primera mitad sólida, la ‘Tricolor’ se fue al descanso con la ventaja y la esperanza intacta.
Sin embargo, el segundo tiempo trajo consigo un Brasil más incisivo y dominante. La ‘Canarinha’ presionó con fuerza, y al minuto 88, Zé Lucas, con un certero cabezazo tras un descuido defensivo colombiano, empató el encuentro y silenció el estadio. El arquero Jorman Camilo Mendoza no pudo evitar la caída de su arco en una jugada que cambió el destino del torneo.
El título se decidió desde el punto penal, donde la efectividad brasileña fue implacable. Colombia falló dos de sus cobros, mientras que Brasil convirtió cuatro, sellando así su consagración como campeona continental.
Colombia se despide
Aunque la derrota dolió, la Selección Colombia Sub-17 dejó una imagen prometedora. Con talento, carácter y una idea de juego clara, el equipo cafetero demostró estar a la altura de los mejores del continente.
Colombia se quedó a las puertas de repetir la gesta histórica de 1993, cuando logró su único título Sub-17, pero ya piensa en su revancha: el Mundial de la categoría que se disputará en noviembre de este mismo año.




