Este domingo, Colombia amaneció con una noticia tan alarmante como reveladora: el precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay fue víctima de un atentado en el occidente de Bogotá. El hecho, condenado por líderes políticos, ciudadanos y organismos internacionales, dejó en evidencia la fragilidad de la seguridad democrática en Colombia. Desde Boyacá, las reacciones no se hicieron esperar y reflejaron el temor y la indignación ante un crimen que amenaza el ejercicio político en libertad.Desde Sogamoso, el alcalde Mauricio Barón calificó como «inaceptable y desalentador» lo ocurrido, destacando que “la violencia no puede ser protagonista en el inicio del debate electoral”. Por su parte, el mandatario de Nobsa, Ricardo Granados, condenó enérgicamente el ataque, señalando que ningún objetivo justifica atentar contra la vida humana.En Belén, la administración municipal expresó su repudio al atentado y su apoyo al precandidato, exigiendo que se esclarezcan los hechos y se refuerce la protección a quienes participan en la contienda política. Carlos Amaya, gobernador del departamento, también alzó su voz, enfatizando que “sin importar la ideología, la violencia nunca debe ser la respuesta”.El representante Pedro Suárez Vacca instó a capturar a los responsables con urgencia, mientras la Federación de Productores de Carbón y Coque de Boyacá recordó que el respeto por la democracia y la vida debe ser inviolable. En la misma línea, Ingrid Sogamoso, Héctor Chaparro y Wilmer Castellanos rechazaron la agresión y exigieron justicia inmediata.El director del SENA, Jorge Eduardo Londoño, hizo un llamado a la esperanza, mientras que Juan Camilo Ostos advirtió que el atentado fue “contra todos los que aún creemos en un país distinto”. La senadora Carolina Espitia recordó que la política debe construirse con argumentos, no con balas.El presidente de la Cámara, Jaime Salamanca, el congresista Eduar Triana y el ministro de Defensa Pedro Sánchez coincidieron en señalar la gravedad del hecho. Este último ofreció una recompensa millonaria para dar con los responsables y ordenó acciones urgentes de inteligencia.Con cada pronunciamiento, Boyacá dejó claro que el atentado contra Miguel Uribe no solo es un ataque a un líder político, sino a la posibilidad misma de ejercer la democracia sin miedo.




