El departamento de Boyacá es uno de los destinos más encantadores de Colombia, especialmente durante la temporada de vacaciones. Su arquitectura colonial, paisajes montañosos y riqueza cultural lo convierten en un lugar ideal para quienes buscan una experiencia auténtica. A continuación, te presentamos cuatro pueblos coloniales mágicos y acogedores que no puedes dejar de visitar.
1. Villa de Leyva: joya patrimonial del altiplano
Declarado Monumento Nacional en 1954, Villa de Leyva es uno de los pueblos más bellos del país. Su Plaza Mayor empedrada, una de las más grandes de América Latina, y sus fachadas blancas con balcones floridos crean un ambiente que transporta al pasado. Además de su arquitectura, ofrece museos, viñedos, desiertos y actividades culturales durante todo el año.
2. Iza: tranquilidad, historia y postres
Ubicado cerca de Tunja, Iza destaca por su centro histórico colonial y su ambiente sereno. Es ideal para quienes buscan descanso y contacto con la naturaleza. Forma parte de la Red de Pueblos Que Enamoran y ha sido declarado Bien de Interés Cultural por su legado prehispánico, arte rupestre y tradiciones vivas. Además, es famoso por su oferta de postres caseros.
3. Monguí: piedra, balones y patrimonio
Monguí, conocido como la cuna del balón artesanal, combina su tradición manufacturera con una arquitectura de piedra que lo hace único. Sus calles empedradas, iglesias coloniales y puentes antiguos lo convierten en un destino ideal para el turismo cultural. También es punto de partida para explorar el Páramo de Ocetá, uno de los más hermosos del país.
4. Tópaga: espiritualidad y arquitectura colonial
Aunque menos conocido, Tópaga sorprende por su iglesia colonial de San Miguel Arcángel, una de las más antiguas de Boyacá. Su centro histórico conserva casas de adobe y teja, y su entorno natural invita a la contemplación. Es un destino perfecto para quienes buscan espiritualidad, historia y paisajes rurales.




