Una noche de frustración vivió Boyacá Chicó en el estadio La Independencia de Tunja, luego de empatar 1-1 ante Atlético Nacional en un duelo marcado por un polémico penal sancionado en el minuto 90+7. El equipo ajedrezado acariciaba tres puntos de oro en su lucha por la permanencia, pero una decisión arbitral que dejó muchas dudas les arrebató la victoria frente a uno de los grandes del fútbol colombiano.
El gol de Johan Bocanegra al minuto 36 le había dado la ventaja al conjunto boyacense, que hizo un partido inteligente, ordenado y combativo, sabiendo lo que se jugaba en esta recta final del campeonato. Sin embargo, cuando parecía que los tres puntos se quedaban en casa, el árbitro del compromiso sancionó una infracción en el área que solo él pareció ver. Alfredo Morelos convirtió el cobro desde el punto blanco y decretó el empate definitivo, silenciando a la hinchada local.
Flabio Torres, técnico del Boyacá Chicó, dirigió desde uno de los palcos del estadio debido a una sanción, pero su equipo respondió bien a sus planteamientos desde el arranque del juego. Chicó logró neutralizar el volumen ofensivo de Nacional durante buena parte del partido, pero no fue suficiente para frenar el infortunio arbitral que cambió el destino del encuentro en los minutos finales.
En lo estadístico, Nacional fue ampliamente superior en números: 19 remates (7 al arco) frente a apenas 7 del local (solo 1 a portería). El cuadro antioqueño también dominó la posesión con un 53%, tuvo 359 pases con una precisión del 83%, y generó 10 tiros de esquina. Aun así, el gol se les hizo esquivo hasta que el árbitro les abrió la puerta con una discutida decisión en el último suspiro del partido.
Por su parte, Boyacá Chicó tuvo una posesión del 47%, con 338 pases y una precisión del 81%. El equipo cometió 13 faltas, recibió 4 tarjetas amarillas y estuvo bien parado defensivamente, pese a la constante presión de su rival. La falta de contundencia ofensiva, sin embargo, sigue siendo una deuda del equipo, que apenas pudo concretar una llegada clara en todo el encuentro.
Este empate deja a Boyacá Chicó en una situación complicada en la tabla del descenso, donde pelea mano a mano con Unión Magdalena por no perder la categoría. Los tres puntos habrían significado un alivio importante, especialmente frente a un rival de peso, pero ahora cada partido restante se convierte en una final. La presión aumenta y el margen de error se reduce al mínimo.
Con seis fechas por disputarse en el Torneo Clausura, el conjunto boyacense deberá recomponerse rápidamente del golpe anímico y prepararse para enfrentar rivales directos en la lucha por la permanencia. El partido contra Nacional dejó buenas sensaciones en lo colectivo, pero también la sensación amarga de que el esfuerzo fue opacado por una decisión arbitral que podría costar muy caro al final del campeonato.

