La capital colombiana se prepara para recibir a más de 40 especies de aves migratorias que llegan desde diferentes regiones del continente en busca de alimento, descanso y refugio durante los meses de octubre a febrero. Este fenómeno natural convierte a Bogotá en un punto clave dentro de las rutas migratorias de América, gracias a su diversidad de ecosistemas y condiciones favorables.
Los humedales, cerros y parques de la ciudad se transforman en escenarios ideales para que las aves recuperen energía tras recorrer miles de kilómetros. Entre las especies que visitan la capital se encuentran la tingua azul, la reinita gorjinaranja y el halcón peregrino, reconocidas por su capacidad de adaptación y sus largos trayectos migratorios.
Las autoridades ambientales destacan la importancia de proteger estos espacios naturales y recuerdan a la ciudadanía que muchas aves llegan debilitadas o heridas por el esfuerzo del viaje. Se recomienda evitar el contacto directo, mantener alejadas a las mascotas y reportar cualquier ave en riesgo para garantizar su atención oportuna.
Además de ser un espectáculo visual para los observadores de fauna, la llegada de estas especies resalta el papel de Bogotá como refugio biológico en medio del entorno urbano y subraya la necesidad de continuar fortaleciendo las acciones de conservación y educación ambiental en la ciudad.




