Bogotá le dice adiós al ‘gota a gota’: más de 20 mil ciudadanos ya acceden a créditos formales

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Una de las prácticas más peligrosas y extendidas en sectores populares —el crédito informal o ‘gota a gota’— comienza a perder fuerza en Bogotá gracias al Acuerdo 850 de 2022, impulsado por el concejal Humberto ‘Papo’ Amín. La iniciativa, que promueve el acceso a servicios financieros formales con condiciones justas, ha permitido que más de 20.000 ciudadanos dejen atrás las redes de prestamistas informales y construyan una nueva relación con el sistema financiero.


Más de $2.500 millones desembolsados en créditos seguros

Desde la implementación del acuerdo, se han desembolsado más de 22.000 créditos por un monto que supera los $2.514 millones de pesos. Los beneficiarios pertenecen en su mayoría a sectores históricamente excluidos del sistema bancario, como trabajadores informales, pequeños emprendedores y mujeres cabeza de hogar. Este respaldo económico les ha permitido fortalecer sus negocios, enfrentar deudas urgentes y acceder a capital sin caer en intereses usureros ni amenazas.


Educación financiera como base del cambio

Dos de los programas pilares de esta estrategia han sido “Academia Financiera” y “Buena Paga”, herramientas que combinan formación con incentivos reales. En la Academia, los ciudadanos reciben capacitación sobre ahorro, manejo del crédito y planificación financiera. Mientras tanto, el programa Buena Paga recompensa el buen comportamiento de pago con incentivos que pueden llegar hasta los $500.000, promoviendo la cultura del cumplimiento y el compromiso económico.

Para el concejal Amín, este enfoque pedagógico es fundamental: “El gota a gota es una trampa silenciosa que atrapa a las personas en ciclos de deuda y miedo. Lo que estamos construyendo es un camino seguro para quienes quieren emprender o estabilizar sus finanzas personales sin poner en riesgo su vida o su libertad”, señaló.


Un llamado a seguir construyendo negocios sostenibles

Además de las cifras, el impacto social del acuerdo se refleja en cientos de testimonios de personas que lograron liberarse del crédito informal y hoy cuentan con herramientas para gestionar sus finanzas de manera independiente. “La banca formal ya no es un lujo para pocos. Con voluntad política y programas bien dirigidos, es posible transformar la realidad financiera de miles de familias bogotanas”, agregó el cabildante.

Amín también hizo un llamado a los emprendedores y ciudadanos en general para que se acerquen a las herramientas del Distrito, aprovechen los programas disponibles y den un paso firme hacia la formalización. “Construir negocios sostenibles y seguros es posible si rompemos con las cadenas del gota a gota y le apostamos a la educación financiera”, concluyó.


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