Este año, la tradicional iluminación navideña que adornaba las principales calles y parques de Bogotá ha desaparecido, generando sorpresa y tristeza entre los capitalinos. Por primera vez en años, la ciudad no contará con los famosos alumbrados de Navidad, que acostumbraban llenar de luces y color las noches bogotanas, creando un ambiente festivo que atraía tanto a locales como a turistas.
La decisión de no realizar los tradicionales alumbrados ha generado opiniones divididas entre los bogotanos. Mientras algunos aplauden la medida por los recortes presupuestarios y la necesidad de priorizar otros proyectos, otros lamentan que la ciudad se sienta más oscura y menos alegre durante las fiestas decembrinas. Las calles, que antes brillaban con enormes figuras luminosas y decoraciones festivas, ahora permanecen en la penumbra, lo que contrasta con la usual alegría navideña de la ciudad.
La ausencia de estos emblemáticos alumbrados también ha afectado el turismo y la economía local, pues muchos comercios y restaurantes dependían de la afluencia de visitantes que acudían a los alumbrados como parte de sus planes navideños. Además, los niños y familias que solían disfrutar de las mágicas vistas de luces han expresado su decepción por la falta de esta tradición que año tras año les daba un toque especial a la temporada.
Aunque el gobierno distrital ha anunciado que se redirigirán los recursos a otros proyectos de desarrollo social y urbano, muchos ciudadanos piden que, en futuras Navidades, los alumbrados regresen, al menos en algunas zonas de la ciudad, para recuperar el espíritu festivo y brindar más alegría a las celebraciones.




