El día de ayer, 01 de julio, se reportó que un niño de 8 años, quien se encontraba solo en su casa, recibió un disparo en la cabeza, que le ocasionó muerte cerebral.
El padre pensaba que era una lesión que lo había desmayado y no fue hasta cuando lo llevó al hospital de Kennedy que se enteró de la bala alojada en el cerebro.
La Policía conoció el caso cuando los médicos del hospital de Kennedy dieron el parte. De inmediato, el comandante de la estación desplazó sus hombres al lugar de los hechos.
Hasta el momento, no hay un informe oficial, pero los uniformados manejan la hipótesis de una posible autolesión.
El niño podría haber manipulado un arma de fuego.
Asimismo, la Policía busca identificar a varios hombres que entraron al conjunto residencial sin registrarse.
En el proceso de investigación también se conoció que meses atrás, el padre del niño había protagonizado una riña con un vecino, en el que uno de ellos terminó herido con un cuchillo.
Finalmente, el menor de edad se encuentra en la Unidad de Cuidados Intensivos sin mejoras.
