Boca Juniors se quedó con el superclásico argentino tras derrotar 2-0 a River Plate en La Bombonera, en un partido vibrante que reafirmó la fortaleza del equipo xeneize en los momentos decisivos. Los goles fueron obra de Exequiel Zeballos, al cierre del primer tiempo (45+1’), y de Miguel Merentiel, apenas iniciado el complemento (47’), para sentenciar un triunfo que se vivió con euforia en todo el estadio.
El encuentro tuvo dos mitades muy distintas. En la primera parte, Boca fue paciente y aprovechó cada espacio que dejó River, mientras que en la segunda se mostró más vertical y contundente. El gol de Zeballos llegó en el momento justo, luego de una jugada colectiva que desarmó a la defensa rival y encendió el fervor del público azul y oro.
Apenas comenzado el segundo tiempo, Merentiel amplió la ventaja con una definición precisa que selló el destino del clásico. El atacante uruguayo fue determinante en ataque, no solo por el gol, sino también por su despliegue físico y su capacidad para mantener en jaque a la zaga riverplatense durante todo el complemento.
En el plano estadístico, Boca Juniors registró 9 remates totales, de los cuales 5 fueron al arco, frente a los 8 y 3 de River, respectivamente. Aunque el conjunto visitante tuvo mayor posesión de balón (55% contra 45%), el Xeneize fue más efectivo en los metros finales, mostrando una contundencia que terminó marcando la diferencia en el marcador.
El partido fue intenso y disputado en cada sector del campo. Boca cometió 8 faltas, mientras que River acumuló 17, en un duelo que reflejó la tensión y el carácter propio de este tipo de encuentros. Además, el conjunto local vio 3 tarjetas amarillas, frente a 7 de su rival, en un desarrollo que tuvo momentos de alta fricción.
Las pelotas quietas también fueron un factor clave. Boca tuvo 2 tiros de esquina contra 1 de River, aprovechando cada envío al área como una oportunidad de peligro. Aunque las estadísticas no registraron precisión en los pases, la eficacia ofensiva y el orden defensivo del Xeneize fueron determinantes para mantener la ventaja y asegurar los tres puntos.
Con este resultado, Boca Juniors no solo se quedó con el clásico, sino que reafirmó su crecimiento futbolístico en el cierre del torneo. La hinchada celebró con pasión una victoria que refuerza el espíritu competitivo del equipo y lo deja bien encaminado para los desafíos que vienen. Una noche redonda en La Bombonera, donde Boca volvió a mostrar que en los grandes escenarios, su historia pesa más que nunca.




