Boca Juniors de Cali sufrió una dolorosa derrota en condición de local tras caer 0-1 ante Tigres en el estadio Pascual Guerrero, por la jornada 11 del Torneo Clausura de la Categoría Primera B. El gol que marcó la diferencia llegó al minuto 44, obra de Juan Felipe Hincapié Gómez, en la única jugada clara de peligro que logró concretar el conjunto visitante.
El equipo caleño no logró imponer condiciones en su casa y volvió a mostrar las mismas falencias que lo han acompañado durante el torneo: falta de generación ofensiva, desconexión en el medio campo y errores defensivos en momentos claves. La derrota no solo golpea desde lo deportivo, sino que también afecta seriamente en lo anímico, ya que el club se hunde aún más en el fondo de la tabla.
Con este resultado, Boca Juniors de Cali queda ubicado en la posición 13 de la clasificación con apenas 11 puntos en 11 partidos jugados. El equipo ha conseguido solo 2 victorias en todo el Clausura, acompañado de 5 empates y 4 derrotas. Su diferencia de gol de -10 refleja claramente el bajo rendimiento colectivo y la fragilidad defensiva que ha mostrado durante el campeonato.
La caída ante Tigres es especialmente preocupante porque se trataba de un rival directo en la zona baja de la tabla. Con su victoria, los capitalinos llegaron a 12 puntos y superaron a Boca Juniors, que ahora solo tiene por debajo a Deportes Quindío, último con 10 unidades. El margen de error para los caleños se ha reducido al mínimo en las últimas dos fechas que restan del torneo.
Durante los 90 minutos, Boca Juniors no encontró claridad en ataque ni logró incomodar de verdad al arco rival. La posesión del balón fue estéril y las llegadas escasas. La falta de contundencia se sumó a la desconcentración defensiva que permitió el único gol del partido. A pesar de la localía, el equipo se mostró sin reacción y carente de ideas.
La situación se torna más crítica si se considera que Boca Juniors no gana desde hace varias jornadas, y su racha reciente refleja una caída constante en la tabla. La presión crece en el entorno del club, que esperaba al menos cerrar el campeonato con una imagen más competitiva. Sin embargo, los resultados han sido esquivos y el rendimiento colectivo no da señales de mejoría.
Con solo dos partidos por disputar en la fase regular, Boca Juniors de Cali está obligado a sumar puntos si quiere evitar terminar en el último lugar del Clausura. Aunque ya no hay posibilidades reales de clasificación a los cuadrangulares, cerrar dignamente el torneo es el único objetivo viable. La derrota ante Tigres deja muchas dudas y poco tiempo para reaccionar.




