Bajo la idea de contrarrestar las actividades delincuenciales en la capital caucana, la Policía Metropolitana de Popayán en el cumplimiento del plan ‘Semana Santa por la vida’, lograron la detención de Blas Francisco Fernández, presunto integrante de la banda ‘Los Sagaces’.
Según lo dado a conocer por las autoridades: “los uniformados de la Policía Metropolitana, con funcionarios de la Seccional de Investigación Criminal, SIJIN, capturó al sujeto, en coordinación con la Fiscalía General de la Nación se hizo efectiva una orden judicial emitida contra Blas Francisco Fernández por el delito de hurto calificado y agravado”.
El comandante de la Policía Metropolitana de Popayán, Jesús Enrique Quintero: “de acuerdo a la investigación adelantada por nuestros uniformados, se ha establecido que este ciudadano se dedicaba al hurto a personas, de celulares y hurto a comercio utilizando como medio de transporte, una motocicleta para huir del lugar de los hechos. Estos actos se daban en distintas modalidades”.
Del mismo modo, estableció que, en el caso de hurto de los dispositivos móviles, estos eran comercializados por los receptadores con la complicidad de locales comerciales de esta ciudad. Al momento de verificar los antecedentes judiciales de Blas Francisco Fernández se conoció que le registran sentencias condenatorias e investigaciones por delitos como hurto calificado y agravado, concierto para delinquir, extorsión, fabricación, tráfico o porte de estupefacientes, entre otros.
Blas Francisco Fernández, fue presentado en audiencia donde un Juez con función en control de garantías impartió legalidad en el procedimiento de captura y al considerarlo un peligro para la sociedad, lo cobijó con medida de aseguramiento en centro carcelario.
Es importante establecer que hace aproximadamente cinco meses fueron capturados cuatro integrantes de la misma banda delincuencial ‘Los Sagaces’, identificados como Soledad Fernández, Camilo Suárez, Alexander Herrera y Felipe Fernández, señalados de cometer hurtos en diferentes modalidades, quienes tenían como zona de injerencia el sector conocido como la Piedra Sur y La Chirimía, donde utilizaban armas de fuego o cortopunzantes para amenazar a sus víctimas.
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