Una ciudad devastada intenta levantarse
El huracán Melissa en Jamaica dejó una estela de destrucción sin precedentes. Black River, una localidad costera, fue una de las zonas más afectadas.
El ciclón de categoría 5 azotó el suroeste de la isla la semana pasada, dejando al menos 32 muertos y miles de edificaciones destruidas.
En Black River, ningún edificio quedó intacto. La iglesia, el hospital, las escuelas y el distrito comercial fueron arrasados por los vientos y las inundaciones.
Fe entre los escombros
El reverendo Thomas Ngigi, párroco de la iglesia Santa Teresa, agradece haber sobrevivido. Su templo perdió el techo y los bancos, pero el crucifijo y el tabernáculo permanecieron intactos.
“Por la noche, la gente viene y pregunta si puede quedarse aquí. Les digo que todo está destrozado”, relató el sacerdote.
La emblemática iglesia frente al mar, parte del histórico paseo de Black River, hoy está rodeada de ruinas y lodo.
Una comunidad sin hogar ni servicios
El 90% de los ciudadanos está desplazado, según el superintendente de bomberos Kimar Brooks. El agua alcanzó casi cinco metros en algunos sectores.
El hospital local perdió su techo y tuvo que evacuar pacientes. Sin embargo, continúan llegando heridos que sufren accidentes durante las labores de limpieza.
“El personal se ducha en sus vehículos porque no tiene otro lugar”, explicó el médico Robert Powell, quien no ha salido del hospital desde hace días.
Historias de pérdida y resistencia
Muchos habitantes duermen en sus autos o en refugios improvisados. Andrea Montaque pasa las noches con su familia en un pequeño Nissan Tiida. “Estoy traumatizada”, confesó.
En la residencia de ancianos Auglo, 13 adultos mayores comparten una sola habitación, el único espacio que aún conserva techo.
Mientras tanto, voluntarios y fuerzas armadas distribuyen ayuda y despejan caminos. La electricidad sigue sin restablecerse en la mayor parte del suroeste jamaiquino.
Esperanza entre la ruina
A pesar del dolor, Black River intenta renacer. “Esto ha sido como un tsunami”, dijo Oliver Taylor, guardia local que perdió su hogar. “Esto va para largo”.
El huracán Melissa dejó a Jamaica herida, pero la resiliencia de su gente promete levantar de nuevo a Black River de entre los escombros.




