En municipios como San Agustín, Isnos, Acevedo y Baraya, la riqueza natural del Huila enfrenta una seria amenaza por la caza y el tráfico ilegal de fauna silvestre. Estas prácticas, que atentan contra la biodiversidad del departamento, han motivado a las autoridades ambientales a reforzar sus operativos de control y vigilancia en las zonas más sensibles.
El objetivo es salvaguardar la vida de especies únicas y mantener el equilibrio de los ecosistemas. En este contexto, las autoridades destacan que desde hace más de 15 años se adelantan procesos de monitoreo constante que han permitido conocer en detalle el estado de la biodiversidad huilense.
Monitoreo
En el departamento se han instalado 292 estaciones de muestreo, equipadas con cámaras trampa que registran el paso de animales en su entorno natural. Gracias a este trabajo se han recopilado 38.174 imágenes y videos que permiten identificar comportamientos, desplazamientos y amenazas. Así lo indicó Katherine Arenas, bióloga de la autoridad ambienta regional.
Los datos son reveladores: en el Huila habitan 1.182 especies de vertebrados y cerca de 500 de flora nativa. Entre ellas se cuentan 750 especies de aves, 182 de mamíferos, 195 de reptiles y anfibios y 55 de peces. Sin embargo, 88 especies presentan algún grado de riesgo de extinción a nivel global, lo que evidencia la urgencia de reforzar las acciones de conservación.
Participación comunitaria
El trabajo no recae únicamente en las autoridades ambientales. Las comunidades han asumido un papel protagónico en la defensa de su patrimonio natural. Actualmente, 24 grupos de monitoreo comunitario y 10 organizaciones ambientales participan activamente en el registro y cuidado de la fauna, sumando esfuerzos en campo y aportando información valiosa para la toma de decisiones.
Alianzas
Gracias a estas alianzas, se han priorizado planes de conservación para ocho especies emblemáticas del Huila: el oso de anteojos, la danta de montaña, el caimán del Magdalena, el águila real de montaña, la nutria de río, el mono churuco, el venado colorado y el jaguar. Estos planes incluyen acciones para proteger sus hábitats, prevenir la caza y promover el turismo responsable como alternativa económica para las comunidades.
Compromiso
Los esfuerzos conjuntos han permitido que los resultados de este monitoreo sean reconocidos a nivel internacional, con publicaciones científicas que destacan el valor de la biodiversidad huilense. Aun así, las autoridades ambientales insisten en que el compromiso debe ser permanente, pues la pérdida de una sola especie genera un impacto en cadena sobre los ecosistemas.




