Las autoridades uruguayas confirmaron la captura de Luis Alberto “Betito” Suárez, conocido por décadas como el delincuente más peligroso del país, luego de un operativo que reveló que, pese a afirmar estar retirado del crimen, continuaba liderando una red delictiva altamente organizada.
El procedimiento, llevado a cabo en Montevideo, permitió el hallazgo de armas de alto calibre, drogas y vehículos de lujo, además de una considerable suma de dinero en efectivo. Suárez, quien había ganado notoriedad por su participación en asaltos violentos y la coordinación de bandas de sicarios, había asegurado en entrevistas previas que había dejado atrás su pasado criminal.
Fuentes judiciales indicaron que “Betito” será imputado por tráfico de estupefacientes, tenencia ilegal de armas y lavado de activos, delitos que podrían significarle una condena de varios años de prisión.
Durante los años noventa y dos mil, Suárez fue señalado como el mayor enemigo de la seguridad pública en Uruguay, tras organizar múltiples atracos a la salida de bancos y enfrentamientos con la policía que dejaron un amplio historial de violencia.
El Ministerio del Interior destacó que la detención representa “un golpe contundente contra el crimen organizado”, mientras continúa la investigación para determinar el alcance de sus operaciones y posibles vínculos internacionales.




