Lo cierto es que el tomate es toda una ‘superfood’. Tiene un porcentaje altísimo de nutrientes que, de forma tópica, pueden tener grandes beneficios. Es rico en vitamina C, A, E, B6 y proteínas, entre ellas, el licopeno, un carotenoide con efecto antioxidante que protege de los radicales libres.
También es efectivo para combatir las espinillas y granos y un perfecto “sellante” de poros dilatados y una potente solución para las manchas. Gracias a la acidez, aclara la piel e ilumina de forma natural las pieles opacas y apagadas.
El tomate también es un gran aliado para tratar el acné.
Cómo aplicarlo
Además, el tomate es un astringente natural que refresca la piel. Puedes aplicarlo creando una mascarilla casera con su jugo, triturándolo previamente y aplicándolo como cualquier otra mascarilla o puedes optar por poner rodajas sobre el rostro y frotarlas sobre la piel para que la pulpa actúe. Deja reposar unos 10-15 minutos y aclara con abundante agua.
Otra de las formas de usar el tomate sobre el rostro es la mezcla de la pulpa y el jugo de un limón. Notarás el rostro más claro, luminoso y fresco.
CONTRAINDICACIONES EN LA PIEL
Sabemos de la acción astringente del tomate, incluso de su poder limpiador en tema de espinillas pero, ¿tiene algún contra? Lo cierto es que más allá de las contraindicaciones que tiene la ingesta del alimento, por ejemplo, que tomado en cantidades abundantes puede provocar problemas renales o diarreas (sobre todo si se toma crudo, por posible contaminación por salmonela), en la piel -no excepcionalmente sensible-, es un ingrediente estupendo.
Si en tu caso, tu piel es muy sensible, mejor evita su uso, ya que puede ser algo irritante. Además, conviene ser conscientes de si se tiene o no alergia a este alimento, para evitar rojeces.
Otros usos del tomate
Siguiendo con el tomate como tratamiento tópico, además de las famosas mascarillas que corren por la red social como la pólvora, hay quien usa el tomate como un limpiador corporal exfoliante, como fortalecedor del cabello e incluso como estimulante de la circulación.
Y si alguna vez te has quemado con el sol, quizás también hayas acudido al tomate como solución para calmar la piel enrojecida por las quemaduras, pues el tomate es un excelente calmante en estos casos.
Por cierto, si quieres añadir un extra de hidratación a tu mascarilla casera de tomate, añade un par de cucharadas de glicerina natural. ¡Verás qué maravilla!




