El ministro del Interior, Armando Benedetti, lanzó una amenaza constitucional sin precedentes al advertir que el Gobierno de Gustavo Petro emitirá «por decreto» la consulta popular si el Congreso no se pronuncia antes del 1° de junio, escalando la crisis institucional a niveles peligrosos que desafían la separación de poderes.
La advertencia del poderoso ministro, considerado uno de los hombres de mayor confianza del presidente, representa una declaración de guerra directa contra el Legislativo que podría desencadenar la crisis constitucional más grave desde la época de la violencia política de mediados del siglo XX.
Efraín Cepeda, presidente del Senado, respondió categóricamente que «no hay nada que revisar», cerrando cualquier posibilidad de negociación y ratificando la posición inquebrantable del Congreso frente a lo que considera un intento de atropello institucional por parte del Ejecutivo.
Esta escalada explosiva ocurre estratégicamente justo antes del Gran Paro Nacional de 48 horas convocado para este miércoles y jueves, evidenciando que el Gobierno busca usar la presión de las calles como mecanismo de chantaje político para doblegar la voluntad del poder legislativo.
La amenaza de Benedetti configura un escenario de ingobernabilidad total donde el Ejecutivo estaría dispuesto a romper el orden constitucional mediante decretos que carecen de sustento jurídico, convirtiendo la consulta popular en el pretexto perfecto para instaurar un régimen de facto que desconozca la legitimidad del Congreso de la República.




