ue una pelea de uno que quería y no podía y otro que ni quería ni tenía las armas suficientes para hacer daño. Y al final, una evidente cobardía de parte y Así, el empate 0-0 entre Bélgica y Ucrania resultó bastante justo pero favorable solo a la causa del primero, que jugó con fuego los 90 minutos y se salió con la suya gracias al empate en el duelo entre Rumania y Eslovaquia. A los combativos ucranianos esta vez les faltó arrojo para hacer más daño.
Los colores de Tin Tin impulsaban la ilusión belga en el arranque, con una primera opción desperdiciada por Lukaku a los 6 minutos, un fantástico pase profundo de De Bruyne que no logró definir. Al propio hombre del City le tocaría animarse a resolver por su cuenta con un potente remate que se fue apenas abierto pero que anticipaba un duelo con muchas ocasiones de Bélgica.
El primer intento, tímido por cierto, lo haría Shaparenko a los 20 minutos, una buena asociación con Yremchuk fácil para el portero. Y era un error porque, con el paso de los minutos, su rival se hacía impreciso y dejaba espacios muy atacables en su zaga.
Pero no hubo suficiente ambición de ninguno de los dos equipos y así firmaron para irse al descanso y jugar la primera media hora del complemente apenas mostrándose los dientes, una vez en el centro de Doku al que no llegó Lukaku y otra más en la acción fallida de Carrasco. Sobre el final se animarían los belgas en una gran ocasión creada por Doku y resuelta por Carrasco, en un lucimiento del portero en el rechazo.