Elian un bebe de un año y ocho meses cayó de un séptimo piso en el conjunto residencial en Branquilla. El pequeño se salvó milagrosamente.
El accidente se presentó el pasado 14 de febrero, el bebé solo se golpeó levemente la cabeza dónde se le formó un ‘chichón’, no sufrió fracturas, ni golpes, ni moretones. Los médicos le han hecho varios estudios pero no encuentran daños ni secuelas.
El niño que permanece en observación permanente, camina, se sienta y reconoce a su familia. El director de la Clínica Reina Catalina, Jairo Quiróz, entiende este hecho tan extraño.
«Es un verdadero milagro que el niño resultara ileso de una caída como esa, no nos explicamos cómo pasó, pero por fortuna el niño se encuentra bien, se comporta como si nada le hubiera ocurrido», señaló el médico.
Quiróz indicó que por prevención el menor debe permanecer en observación por un periodo de tiempo más en la clínica. Por otro lado el Intendente Fredy Alexander García, miembro de la Policía y residente en del conjunto fue quien auxilió al bebe y lo trasladó al centro asistencial más cercano, mencionó en Caracol Radio lo siguiente:
«Me encontraba almorzando a las 12:40 p.m. y con mi esposa sentimos un golpe y el ruido de unas varillas caer, de inmediato me asomé al balcón y observé las rejas y cuando giro la cabeza noto que hay un niño inconsciente»
El uniformado recordó que con la ayuda de un jardinero trasladaron al niño hasta la clínica y le dio los primeros auxilios. «De un momento a otro sentí el llanto del bebé y fue uno de los mejores sonidos que he escuchado, enseguida pensé en mis hijos», Comentó el Intendente, que considera el incidente como una obra de Dios.
Por su parte la madre del niño, Naily Hernández, no sale de su estupor.
«Es un milagro de Dios» expresó en los micrófonos de Caracol Radio.
La mujer cuenta que las rejas del balcón cedieron cuando el niño se encontraba allí, cayendo al vacío. Asegura que en ese momento pensó en lo peor pero que gracias a una obra de Dios, el niño no tiene ningún rasguño ante la gravedad del hecho.
«Estamos conmocionados por lo ocurrido, pensé en lo peor cuando el niño cayó, en medio de la desesperación solo preguntaba que si estaba vivo, sentía que me moría, todo fue tan rápido, en un abrir y cerrar de ojos.», señaló.
Relató que cuando pudo ver a su hijo en la clínica sintió la alegría más grande del mundo al notar que su niño la reconoció y se comportaba como siempre, como si no hubiera ocurrido el accidente. «Solo tiene un chichón en su cabeza, es un milagro de Dios«.
