Bayer Leverkusen, recibe al último campeón de la UCL…Paris Saint Germain

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Bayer Leverkusen vive un momento de reconstrucción lleno de matices. Luego de su histórica campaña invicta en la Bundesliga, el equipo alemán ha entrado en una nueva etapa, donde el brillo del pasado convive con la presión del presente. Bajo la batuta de Kasper Hjulmand, el club busca consolidar una identidad renovada, mantener la competitividad en Europa y adaptarse a los cambios que se han dado en su estructura deportiva y técnica.

El técnico danés, que llegó tras la abrupta salida de Erik ten Hag, ha dejado claro que el “proyecto está en construcción”, pero eso no ha significado resignación. Por el contrario, Hjulmand ha inyectado al plantel una mentalidad de trabajo y paciencia, convencido de que con ajustes progresivos, Leverkusen puede mantenerse en la élite del continente. Su discurso ha calado entre los jugadores, que lo respaldan con compromiso y entrega.

Entre los protagonistas del nuevo Leverkusen destaca el español Alejandro Grimaldo, quien ha asumido un rol ofensivo clave. Su capacidad para generar peligro desde la banda izquierda, además de su eficacia en el balón parado, lo han convertido en uno de los líderes del equipo. Sus recientes goles ante el Mainz y Frankfurt son prueba de que el lateral está en uno de los mejores momentos de su carrera.

No obstante, el camino no está exento de obstáculos. El equipo ha sufrido bajas sensibles, como la de Malik Tillman, quien se perderá partidos importantes por una lesión muscular. Su ausencia obligará a replantear variantes ofensivas en el esquema de Hjulmand, que también lidia con otras ausencias menores en un calendario apretado tanto en Bundesliga como en Champions League.

La apuesta del Leverkusen es clara: renovar sin perder competitividad. En esta transición, se han abierto espacios para jóvenes talentos que comienzan a asomar en el primer equipo. Jugadores como Noah Mbamba y Iker Bravo han empezado a tener minutos, en un club que siempre ha apostado por desarrollar talento sin temor a los retos grandes.

En el plano internacional, el equipo enfrenta esta noche un reto de alta exigencia frente al PSG. Aunque las lesiones merman su potencial, el Leverkusen buscará demostrar que su evolución va en serio. Hjulmand ha prometido “un equipo que compite sin excusas”, y eso es exactamente lo que esperan ver los hinchas en el BayArena: un equipo que no se rinde ante el poderío rival.

El Bayer Leverkusen de hoy no es el mismo que rompió récords la temporada pasada, pero tampoco es un equipo vulnerable. Es un club que entiende que reconstruir también es crecer, que ve en cada partido una oportunidad de reafirmar su carácter. Europa mira con atención a este nuevo Leverkusen, que camina con pasos firmes hacia una nueva era.


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