Lo que debía ser un simple partido de preparación terminó convertido en un escándalo internacional. Estados Unidos derrotó 2-1 a Paraguay en el amistoso del 15 de noviembre, pero el marcador quedó en un segundo plano tras una violenta trifulca en los minutos finales.
La tensión explotó cuando el capitán paraguayo y Alex Freeman forcejearon por un balón a un costado del campo. El cruce rápidamente desató empujones, golpes y la intervención masiva de jugadores, suplentes e incluso miembros del cuerpo técnico. El entrenador paraguayo, Gustavo Alfaro, intentó frenar la gresca, pero terminó envuelto en el tumulto.
Las cámaras captaron a Freeman con la boca inflamada y ensangrentada después de ser apartado de la pelea. Aunque el partido logró reanudarse por unos segundos, el ambiente quedó totalmente enrarecido. Se espera que la FIFA analice el episodio y anuncie sanciones ejemplares.




