El descontento toma las calles de Gaza
En un hecho poco común, cientos de palestinos en la Franja de Gaza salieron a protestar contra el gobierno de Hamás, exigiendo el fin de la guerra con Israel. Las manifestaciones se registraron en Beit Lahia, al norte de la Franja, donde los ciudadanos corearon consignas como «Paren la guerra» y «El pueblo quiere que Hamás se marche».
A pesar de los riesgos, los manifestantes recorrieron las calles entre los escombros de los edificios destruidos, expresando su frustración con la crisis humanitaria que los azota desde el inicio del conflicto en octubre de 2023. La protesta representa un desafío directo a Hamás, el grupo islamista que controla Gaza desde 2007 y que rara vez enfrenta críticas públicas dentro del territorio.
Gaza, asfixiada por la guerra
El conflicto entre Israel y Hamás ha dejado más de 30,000 muertos en Gaza, además de una crisis sin precedentes. La falta de agua potable, alimentos y medicinas ha sumido a la población en una situación desesperada, con hospitales colapsados y familias desplazadas que buscan refugio en medio de los bombardeos.
El bloqueo israelí, sumado a la destrucción de infraestructuras clave, ha agravado aún más las condiciones de vida. Ante este escenario, muchos habitantes culpan directamente a Hamás por su papel en la guerra y su incapacidad para gestionar la crisis.
La respuesta de Hamás: represión y control
Las autoridades de Hamás respondieron con rapidez. Fuerzas de seguridad fueron desplegadas para dispersar a los manifestantes y evitar que la protesta se extendiera. La represión de cualquier oposición interna es una práctica común del grupo, que controla estrictamente la narrativa dentro del enclave.
A pesar de ello, el hecho de que cientos de personas se atrevieran a protestar en las calles indica un creciente nivel de descontento. Para muchos, el miedo a las represalias parece estar cediendo ante la desesperación por la situación extrema que enfrentan.
Un punto de inflexión en Gaza
Las protestas han captado la atención internacional, ya que representan una grieta en el control absoluto que Hamás ha mantenido en la Franja. Aunque el grupo islamista sigue firme en su postura de resistencia contra Israel, la presión de su propia población podría convertirse en un factor determinante en el futuro.
Mientras tanto, la comunidad internacional sigue exigiendo un alto el fuego, pero las negociaciones permanecen estancadas. Con un panorama incierto y una población cada vez más cansada de la guerra, Gaza enfrenta un punto de inflexión que podría redefinir su futuro político y social.
