La Empresa de Servicios Públicos de Neiva, Las Ceibas EPN, aseguró que para el mediodía de ayer estaría restablecido el servicio de agua en toda la ciudad. Sin embargo, mientras algunos sectores reportan normalidad desde la tarde del día anterior, otros barrios continúan enfrentando el drama de abrir la llave y no encontrar una sola gota.
Los reclamos no se hicieron esperar. Líderes comunitarios de sectores como Tesoro, Monterrate y parte de la Comuna 9 insisten en que la falta de agua ha generado no solo malestar en la ciudadanía, sino afectaciones directas a actividades comerciales y domésticas. La situación contrasta con el discurso oficial de cumplimiento total de las obras.
Explicaciones técnicas
El subgerente técnico de Las Ceibas EPN, ingeniero Mauricio Rodríguez, explicó que la planta Recreo estuvo fuera de servicio dos días y que los problemas actuales se deben a acumulación de aire en la red y válvulas que aún requieren ajuste. Reconoció que cuadrillas trabajan en sectores específicos para garantizar la llegada progresiva del suministro.
Rodríguez destacó que ya se culminaron las tres obras principales: restitución de válvulas en la planta Recreo, instalación de una válvula de control para la zona norte y el ajuste de los sistemas de reservorios. Sin embargo, para los ciudadanos, estas explicaciones resultan técnicas, confusas y, sobre todo, alejadas de la realidad que padecen.
Ciudadanía
Mientras funcionarios hablan de “cuestión de tiempo”, los habitantes denuncian que llevan días soportando la falta del servicio, obligados a comprar agua en carrotanques o improvisar con recipientes. Lo que para la administración es un “detalle técnico”, para las familias significa cocinar, asearse o atender a niños y adultos mayores en condiciones indignas.
La polémica crece porque la obra fue anunciada como un avance para mejorar la prestación del servicio, pero lo que deja a su paso es un manto de dudas sobre la capacidad de Las Ceibas para atender emergencias. La ciudadanía reclama menos tecnicismos y más soluciones inmediatas.
Derecho vulnerado
La situación reabre el debate sobre la precariedad en la gestión de los servicios públicos de Neiva. Las Ceibas insiste en que el restablecimiento avanza, pero la ciudadanía exige resultados palpables, no discursos. La pregunta sigue flotando: ¿hasta cuándo deberán esperar los neivanos para que abrir la llave sea sinónimo de confianza y no de incertidumbre?
