En la ciudad de Pasto, específicamente en el barrio Nuevo Sol, el espíritu de colaboración y la solidaridad entre los vecinos. Este año, los residentes de la Manzana 23 y 25 se han destacado como un claro ejemplo de trabajo en equipo, transformando sus calles en un brillante símbolo de hermandad.
Manuel López, uno de los residentes de la zona, expresó su orgullo al ver cómo la comunidad se unió para embellecer el sector. «Este esfuerzo es el resultado de la unión de todos, desde los más pequeños hasta los más grandes. Cada uno aportó algo: luces, decoraciones, tiempo y, sobre todo, corazón», dijo López.
Este evento anual no solo se trata de adornar las calles con luces navideñas, sino de generar un espacio de convivencia y apoyo mutuo. Los vecinos de la Manzana 23 y 25 han trabajado codo a codo, compartiendo ideas y recursos para hacer de esta cuadra un lugar donde todos se sienten bienvenidos.
Ambiente
Además de la decoración, se han organizado actividades para disfrutar en conjunto, como encuentros para compartir comidas típicas y juegos, lo que refuerza aún más los lazos de amistad y compañerismo entre ellos.
La iniciativa ha tenido un impacto positivo en todo el barrio, inspirando a otras manzanas y zonas cercanas a unirse a esta causa, con la esperanza de que la solidaridad y el trabajo en equipo se sigan expandiendo.
En palabras de López, «no hay mejor forma de celebrar la temporada navideña que con unidad, porque la luz que estamos creando aquí no solo es física, sino también la luz de la esperanza y el apoyo mutuo».
De esta manera, el barrio Nuevo Sol continúa siendo un ejemplo claro de cómo la comunidad puede unirse para generar un ambiente lleno de alegría, solidaridad y espíritu navideño.




