Óscar Barreto enfrenta su segunda derrota electoral consecutiva, debilitando su poder.
El mapa político del Tolima atraviesa un reacomodo inesperado tras las recientes elecciones atípicas de Melgar, donde el ‘barretismo’, movimiento liderado por el senador Óscar Barreto Quiroga, sufrió un nuevo revés en las urnas. La derrota en este municipio se suma a la sufrida en mayo en Coyaima, encendiendo las alarmas dentro del sector conservador que durante dos décadas ha ostentado el control regional.
En Melgar, el ‘barretismo’ perdió con su candidata Yolanda Pérez, esposa del exalcalde Rodrigo Hernández, destituido en abril por doble militancia. La aspirante obtuvo 6.276 votos, quedando apenas a 256 sufragios de Francisco Bermúdez, ganador con 6.532 apoyos. Aunque el margen fue estrecho, el golpe político es profundo, pues Melgar era considerado uno de los fortines del ‘barretismo’ y pieza clave en la maquinaria de Alejandro Martínez, representante a la Cámara que ahora ve comprometida su aspiración de reelección.
La de Melgar no es un hecho aislado. En octubre de 2023, el ‘barretismo’ perdió la Alcaldía de Ibagué con Jorge Bolívar frente a Johana Aranda, candidata del exalcalde Andrés Hurtado. Más tarde, en mayo de 2025, fue derrotado en Coyaima, donde Luis Orlando Ortiz, respaldado por liberales y sectores progresistas, se impuso sobre el aspirante conservador Carlos Andrés Tovar.
Estas derrotas en cadena evidencian un desgaste electoral que muchos analistas consideran el inicio de un declive en la hegemonía política que ha caracterizado al ‘barretismo’ durante los últimos diez años. La situación se agrava porque en siete meses se celebrarán las elecciones legislativas de 2026, donde se medirá realmente la fortaleza del movimiento.
El triunfo de Francisco Bermúdez en Melgar no solo debilitó al ‘barretismo’, sino que fortaleció al ‘hurtadismo’, encabezado por Andrés Hurtado, exalcalde de Ibagué, quien celebró el resultado como una muestra de consolidación de su liderazgo. La coalición entre la ASI, el Partido de la U y sectores cercanos al exsenador Mauricio Jaramillo fue determinante para alcanzar la victoria.
De este modo, Melgar se convierte en escenario de una disputa abierta entre el ‘hurtadismo’ y el ‘barretismo’. En paralelo, los sectores alternativos, que lograron unirse en Coyaima, podrían convertirse en una fuerza decisiva si consolidan un bloque progresista para marzo de 2026. La pregunta ahora es si el ‘barretismo’ podrá recomponerse o si estas derrotas marcan el inicio del fin de su largo predominio en el Tolima.

