La Catedral Metropolitana de Barranquilla se iluminó con los colores de la bandera local este sábado, en una noche mágica donde la música, la tradición y el orgullo barranquillero se unieron para conmemorar los 212 años de la ciudad. La Plaza de la Paz fue el epicentro de una gran fiesta que reunió a cientos de ciudadanos en un homenaje lleno de energía, identidad y alegría.
El espectáculo principal estuvo a cargo del maestro Chelito De Castro, quien dirigió una potente big band conformada por más de 20 músicos, incluyendo una sólida sección de metales, percusión, armonía y voces que hicieron vibrar a los asistentes. Junto a él, leyendas y talentos de la música como Juan Piña, Maía, Charlie Gómez, Chatella, Diego Morán, Javier Echeverría y Niber de Colombia pusieron a todos a cantar y bailar con temas como En Barranquilla me quedo, Barranquillero arrebata’o y El cumbión del Junior.
La noche también dio espacio a nuevas voces como Akanny, joven promesa de la música urbana y champetera local, quien se robó el show con su energía desbordante y su conexión con el público. Vestido con los colores de la bandera de Barranquilla, Akanny rindió homenaje a su ciudad natal y a su madre, Angélica Ortega, directora de la comparsa Danacá, símbolo del Carnaval.
“Yo estaba destinado a ser barranquillero”, dijo el artista, quien nació un día antes del cumpleaños de la ciudad. Su presentación incluyó la canción Busco a alguien que me quiera, con la que cerró su show entre aplausos y ovaciones.
La celebración fue una muestra del espíritu alegre, cultural y resiliente de una ciudad que no olvida su historia y que sigue apostando por el arte, la música y la identidad como motores de unidad. Barranquilla celebró en grande, como solo ella sabe hacerlo.