El FC Barcelona en crisis antes de la Champions enfrenta su semana más crítica desde la llegada de Hansi Flick. A dos derrotas consecutivas —ante PSG (1-2) en Europa y Sevilla (4-1) en LaLiga— se suma un panorama desolador en la plantilla, especialmente en el frente ofensivo.
El conjunto culé se medirá este miércoles ante Olympiakos en un partido clave para seguir con vida en la fase de grupos de la Champions League. Sin embargo, las lesiones han diezmado al equipo y Flick deberá hacer malabares para armar un once competitivo.
Flick, entre bajas y presión
El entrenador alemán atraviesa su momento más delicado. La exigencia por resultados se mezcla con una plantilla golpeada físicamente. Robert Lewandowski, uno de los referentes en ataque, estará ausente por al menos cinco semanas debido a una lesión.
A esta baja se suman Raphinha y Dani Olmo, ambos aún sin el alta médica. El resultado: una delantera de emergencia en la que Marcus Rashford y Roony Bardghji, refuerzos recientes, aparecen como las únicas cartas ofensivas plenamente disponibles.
Vuelve Lamine Yamal, pero sin ritmo
La única luz en medio de este oscuro panorama es el regreso de Lamine Yamal, la joven joya de La Masía. El extremo se recupera tras sufrir dos recaídas musculares, aunque todavía no está al 100%. Aun así, el cuerpo técnico lo mantiene en la convocatoria por la falta de alternativas.
Ferran Torres, con una sobrecarga muscular sufrida en la Selección de España, también fue incluido por necesidad, aunque su presencia desde el arranque es incierta.
En el mediocampo, Fermín López podría reaparecer tras superar una lesión. En contraste, Gavi sigue siendo una de las ausencias más sensibles, con al menos cinco meses más de recuperación.
¿Rotación antes del Clásico?
Con el Clásico ante el Real Madrid a la vuelta de la esquina, Flick contempla dosificar cargas. Sin embargo, las urgencias en Champions no le dejan demasiado margen. Barcelona necesita una victoria ante Olympiakos para encaminar su clasificación.
Olympiakos, sin presión y con ambición
El equipo griego llega como tercero de su liga local y con pocas expectativas, pero con ilusión de sorprender. En Champions, igualó 0-0 con Pafos y perdió 2-0 ante Arsenal. Aunque no llega en gran forma, sueña con aprovechar el momento débil de los catalanes.
Barcelona parte como favorito, pero la realidad del club genera incertidumbre. Barcelona en crisis antes de la Champions es un titular que preocupa a sus aficionados, y el miércoles será una verdadera prueba de carácter para el equipo de Flick.




