Dani Alves, futbolista brasileño quién militó en grandes equipos como el Barcelona, Sevilla y PSG ahora está viviendo su peor momento por la presunta violación en la discoteca ‘Sutton’ de una joven ocurrida el 30 de diciembre 2022.
El brasileño fue citado este 2 de agosto para notificarle su procesamiento por un delito de agresión sexual con acceso carnal y le dará ocasión de alegar lo que considere oportuno antes de que el caso vaya a juicio.
También la juez le impuso una fianza de 150,000 euros y con el fin de cubrir una eventual indemnización a la víctima.
«Si no abona este dinero en un plazo de 24 horas procederá a embargar sus bienes en la cantidad suficiente para cubrirla»
Hay indicios suficientes para enviarle a juicio. Así lo determinó el Juzgado de Instrucción número 15 tras concluir la investigación.
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Las fechas cuando podría iniciar el juicio sería a finales de 2023 y principios de 2024, hay que recordar que Alves está preso desde el 20 de enero de 2023.
Alves ha solicitado hasta en dos ocasiones a la jueza su libertad provisional en sendos recursos en los que alegaba su arraigo con Barcelona y defendía que se le impusieran medidas restrictivas a fin de asegurar su permanencia en España.
El crack del fútbol de Brasil fue detenido por los Mossos d’Esquadra y desde que fue detenidos ha ofrecido ante la justicia hasta cuatro versiones distintas de lo que sucedió en el baño de la discoteca.
Alves a dado cuatro versiones distintas:
Alves empezó negando en una primera declaración en comisaría ante los Mossos que se hubiera encontrado con la joven en los baños del local y que la conociera.
«Quería aprovecharse de su popularidad»
Según el defensa guardó silencio porque «quería preservar a su mujer e hijos de todo».
Ante la juez de instrucción y sabiendo de la existencia de cámaras que lo habrían grabado, «el futbolista dio por hecho que la presunta víctima y él se cruzaron el baño del reservado del local» pero aseguró que «no había ocurrido nada entre ellos».
Después de aparecer muchas como las muestras de ADN, Alves optó por hacerse la víctima y aseguró que fue la joven la que se abalanzó sobre él y le acabó practicando una felación.
Finalmente, el defensa brasileño aportó una nueva versión, la de reconocer que ambos tuvieron relaciones sexuales en el baño, pero que estas fueron consentidas.
Alves incluso llegó a insinuar que habría mantenido una postura tan errante porque, en el fondo, quería proteger a la joven.
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