El Barcelona ganó con autoridad el Clásico y sentenció virtualmente la Liga, dejando al Real Madrid sin títulos mayores esta temporada. El 4-3 final reflejó una superioridad clara del Barça, que dominó en juego, actitud y eficacia ofensiva. Mbappé anotó un triplete, pero fue insuficiente ante un equipo desorganizado y sin alma, con figuras como Vinicius y Bellingham desaparecidos. El Madrid mostró sus carencias estructurales, agravadas por lesiones y falta de compromiso, y todo apunta a una necesaria reconstrucción profunda, que podría iniciarse bajo otro entrenador. El Barça, por su parte, culmina un resurgir liderado por jóvenes y un juego colectivo arrollador.
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