La codirectora del Banco de la República, María Fernanda Toboa, encendió un nuevo debate en el país al afirmar que la estrategia de mantener las tasas de interés en niveles elevados no ha sido suficiente para controlar la inflación, que aún muestra resistencia a la baja pese a los esfuerzos del emisor.
Toboa explicó que, aunque la restricción monetaria ha reducido el ritmo del consumo, persisten presiones estructurales que están limitando la efectividad de la política monetaria. En su análisis técnico, señaló que los costos logísticos, las distorsiones en la cadena de distribución y la volatilidad de los precios de alimentos han mantenido la inflación más alta de lo previsto.
“Los choques actuales no responden únicamente a la demanda. Tenemos problemas de oferta que requieren acciones coordinadas entre el Estado y el sector productivo”, advirtió. Según la codirectora, factores como la infraestructura insuficiente, el encarecimiento del transporte y la baja productividad en sectores estratégicos continúan presionando los precios.
Toboa también expresó preocupación por el impacto que podría tener el próximo ajuste salarial sobre la inflación del 2026, asegurando que sin medidas complementarias, el país podría enfrentar una nueva ola de incrementos de precios. “El control de la inflación no puede recaer solo en la tasa de interés. Se necesitan soluciones de fondo”, enfatizó.
La intervención de Toboa llega en un momento clave, cuando el equipo directivo del emisor evalúa la hoja de ruta para el año siguiente y analiza si es viable mantener la política restrictiva o replantear el mecanismo de ajuste para evitar un freno excesivo en la actividad económica.
Con estas declaraciones, la codirectora abre la puerta a una discusión más amplia sobre el papel del Banco de la República y la necesidad de una coordinación interinstitucional para que la inflación retorne al rango meta sin sacrificar el crecimiento.




