La Policía y la Fiscalía lograron desarticular una banda que se dedicaba a la explotación sexual de menores de edad en el barrio Santa Fe, Bogotá.
A través de un agente encubierto de la Policía, se rescataron siete menores, una de ellas con apenas 13 años. Según las investigaciones de las autoridades, las víctimas eran obligadas a prestar servicios sexuales con identificaciones falsas para evadir cualquier tipo de control.
Asimismo, el director de Fiscalías Bogotá, José Manuel Martínez, aseguró que «efectivamente, las personas, administradores y socios de estos lugares, sabían que eran menores de edad».
Por otra parte, el agente infiltrado de la Policía reveló detalles del modus operandi de esta banda que operaba en el centro de la capital del país.
«Ellas tenían que manifestar que eran vendedoras de tinto. Tenían carros de tinto para disimular y evitar conocer que eran explotadas (…) Las obligaban a tener relaciones sexuales que ellas no querían. Muchas veces fueron maltratadas por los clientes», dijo.
Por este caso, ocho personas fueron capturas, de las cuales siete fueron enviados a la cárcel. A las menores de edad les fue adelantado el proceso de restablecimiento de derechos.




