Baleado en el polideportivo

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El polideportivo del barrio Playa Rica, fue escenario de un hecho violento que conmocionó a la ciudad. Allí, en medio de un ataque con arma de fuego, resultó herido Julián Santiago López González, un adolescente de 15 años. Según información extraoficial, el menor alcanzó a ser trasladado a un centro médico cercano, pero pese a los esfuerzos del personal de salud, se confirmó su fallecimiento minutos después. La comunidad reaccionó con dolor e indignación, no solo por la corta edad de la víctima, sino porque este crimen se sumaba a una larga lista de muertes violentas que golpeaban a la capital del Meta.
Reacción
Minutos después del ataque, la Policía Metropolitana desplegó un operativo que permitió la captura de alias ‘Góngora’, reconocido actor delincuencial del sur de Villavicencio, señalado como uno de los presuntos autores materiales del homicidio. El sujeto fue sorprendido escondido en las inmediaciones de un establecimiento de canchas de fútbol en la vía a Acacías y trasladado a la Unidad de Reacción Inmediata de la Fiscalía. Sin embargo, el procedimiento que parecía exitoso terminó empañado: según versiones cercanas al caso, el fiscal de turno desestimó el testimonio de un menor clave en la investigación y ordenó la libertad del capturado, bajo el argumento de que debía surtirse un proceso más complejo.
Comunidad
La noticia encendió la indignación de familiares, amigos y vecinos de Playa Rica, quienes reclamaron justicia y mayor articulación entre las instituciones. En redes sociales circularon mensajes de despedida como “Aish mi Juli, mi chinito vuela alto”, que reflejaron el profundo dolor de la comunidad.
El caso de Julián Santiago no fue un hecho aislado. En lo corrido de 2025, Villavicencio acumulaba más de 90 homicidios, superando los registros de 2024 y alcanzando cifras que no se veían en más de una década. De acuerdo con el SIEDCO, cerca del 70% de esos crímenes habían sido perpetrados mediante sicariato con armas de fuego. En los primeros seis meses del año ya se contabilizaban 81 muertes violentas, evidenciando una escalada que puso en alerta a las autoridades locales.
Estos números confirmaron lo que muchos ciudadanos percibían en las calles, una ciudad sumida en la violencia, donde los jóvenes se convirtieron en víctimas recurrentes y donde las instituciones parecían incapaces de responder con contundencia. La captura fallida de alias ‘Góngora’ terminó siendo un ejemplo de cómo el esfuerzo policial se desdibujaba en procesos judiciales débiles, aumentando el riesgo de impunidad.


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