EXTRA conoció en exclusiva un reciente crimen que se cometió en la capital del Meta, la víctima fue un hombre en condición de calle identificado como Juan Sebastián Rayo Carreño al cual sus familiares lo recuerdan con gran aprecio.
Hallazgo
Según información que compartió una familiar, las autoridades habrían realizado el hallazgo de la víctima el domingo 10 de noviembre, al parecer, aún con vida en el sector del Jordán, presentando heridas por arma de fuego.
El joven de 22 años fue trasladado a un centro asistencial, sin embargo, la gravedad de las heridas causó su deceso, según se confirmó horas más tarde por personal médico que intentó arrebatárselo a la muerte.
Reconocimiento
Una vez el cuerpo fue trasladado al Instituto Nacional de Medicina Legal se iniciaron las pruebas biológicas para determinar su identidad, considerando que por su condición de calle no tenía documento alguno que permitiera saber de quién se trataba.
Gracias a los resultados de los exámenes las unidades investigativas lograron establecer en bases de datos que se trataba de Juan Sebastián, de manera inmediata sus familiares fueron notificados de la lamentable noticia.
Lamentable
La llamada de las autoridades a los familiares de Juan los llenó de consternación y los tomó por sorpresa, pues hace aproximadamente un mes él no regresaba a su casa ubicada en el barrio San José, su padre que hace acarreos en la parte céntrica de Villavicencio lo veía frecuentemente en la zona del 01.
Durante los últimos cinco meses el joven habría caído a las calles, aunque intentó recuperarse en diferentes fundaciones y centros de rehabilitación la droga lo jalaba.
La última vez que lo vieron fue cuando él mismo retornó a su familia, les comentó que estaba en una fundación y que estaba vendiendo pastillas de cloro y bolsas de basura, en aquella oportunidad hasta los vecinos le compraron manifestando su apoyo para su recuperación.
Trabajador
Comentaron los familiares que Juan Sebastián antes de ser dependiente de los alucinógenos se dedicaba a la construcción, de hecho los maestros de obra destacaban su labor y responsabilidad.
Rayo creció en la calle 40 con carrera 33 del barrio San José con una nueva familia que su papá logró establecer luego de que su mamá muriera. Allí lo acogieron con gran amor y lo consideraban como un hijo más.
