Los hechos de sangre no dan tregua en Buenaventura. La violencia armada vuelve a enlutar al puerto sobre el Pacífico colombiano con el asesinato de un joven identificado como Andrés Obregón, quien fue víctima de un ataque sicarial en el barrio Nuevo Amanecer, ubicado en la comuna 12 del Distrito, que sigue generando una ola de temor y reaviva el clamor ciudadano por una mayor presencia de las autoridades y acciones efectivas contra el crimen organizado.
Caso
De acuerdo con las primeras versiones recopiladas por testigos y vecinos, Andrés caminaba tranquilamente por una de las calles del barrio cuando fue interceptado por dos sujetos que se movilizaban en una motocicleta. Sin mediar palabra, uno de los ocupantes del vehículo desenfundó un arma de fuego y la accionó en repetidas ocasiones contra el joven, dejándolo tendido en el suelo, gravemente herido. Los disparos causaron pánico entre los residentes del sector, quienes tras el ataque salieron de sus casas y locales para ver lo ocurrido. Algunos intentaron socorrer a la víctima, pero lamentablemente ya no presentaba signos vitales.
Alerta
Una vez conocido el hecho, patrullas de la Policía Nacional acudieron al lugar, junto con unidades de criminalística del Cuerpo Técnico de Investigación de la Sijin, para realizar la inspección técnica al cadáver. Posteriormente, el cuerpo fue trasladado hasta la unidad básica de Medicina Legal, donde se le practicarán los procedimientos forenses correspondientes. Durante la inspección, las autoridades lograron recolectar varias evidencias clave para la investigación, entre ellas varias vainillas de arma de fuego, así como testimonios de algunos vecinos que presenciaron el crimen o lograron ver a los atacantes. Con base en este material, se espera avanzar en las pesquisas que permitan esclarecer los móviles del asesinato y dar con la captura de los responsables.
Temor
Este nuevo hecho de sangre se suma a la preocupante cadena de homicidios que se ha venido registrando en el distrito portuario durante los últimos meses. Los habitantes de la ciudad expresan un creciente sentimiento de inseguridad, especialmente en zonas vulnerables como la comuna 12, donde los enfrentamientos entre grupos armados ilegales, disputas por control territorial y acciones de sicariato se han convertido en parte del panorama cotidiano. “Ya no se puede ni salir a la tienda con tranquilidad. Uno no sabe cuándo se va a quedar en medio de una balacera o si lo confunden con alguien más”, señaló una habitante de la zona.